23 junio 2006

Impuesto específico: La actual pesadilla para los chilenos.

Sería interesante que alguien contestara las preguntas que inquietan, mejor dicho molestan a los chilenos y para las cuales no he leído todavía respuesta alguna.

1. ¿Por qué en la última década, este impuesto se ha triplicado?. Cuando se creó en 1990 su valor era de 2.58 UTM por metro cúbico (1.000 litros), en la actualidad es de 6.00 UTM.

2. ¿Dicho impuesto financia carreteras y caminos?. La razón por la cual se creo este impuesto: financiar la modernización de obras de infraestructura vial ya no tiene legitimidad. Hoy los particulares pagan por utilizar carreteras concesionadas cuya construcción es financiada también por particulares. Y en las regiones alejadas de Santiago, la modernización en caminos: principales, secundarios y rurales avanza muy lentamente.

3. ¿Existe discriminación entre una persona que vive en Santiago y otra que vive en regiones?. En algunos sectores del país la gasolina supera la barrera de los $700 y para ellos sigue siendo una ardua tarea movilizarse de un sector a otro. (Vean la situación de Cabo de Hornos).

4. ¿El arreglo de calles también se financia con el mismo impuesto? ¿Entonces para que existe el permiso de circulación?.

5. ¿Qué porcentaje del precio que se paga por el litro de bencina, se va en impuestos?. Por una parte esta el impuesto específico a las gasolinas que es de 6 UTM por metro cúbico: por cada litro de bencina que cargamos alrededor de $191 por litro es para financiar éste impuesto. Si además los automovilistas agregan el impuesto al valor agregado (IVA), se da cuenta que del total pagado por un litro de bencina, un 42%, va a dar a las arcas fiscales.

6. ¿No se trataba de un impuesto "transitorio"?. Si bien la creación de este impuesto obedeció a un hecho puntual (reconstrucción luego del terremoto de 1985). Lo que nadie ha explicado es que una vez que se instala un impuesto es muy difícil de quitar ya que con el paso del tiempo, este tributo se ha convertido en un importante factor recaudador y de quitarlo los menores ingresos del gobierno se deberían recaudar por otro concepto. A no ser que se redujera el gasto Público. Difícil, ¿no?.

7. ¿Este mayor impuesto es para protegernos de la contaminación? Entonces que ocurre con el impuesto al petróleo usado en el transporte público que es de 1,5 UTM por m3. No es acaso el petróleo más contaminante que la gasolina. No incentivará este menor impuesto al petróleo a evaluar –al momento de cambiar el auto- la opción de adquirir uno diesel. Como consecuencia de ello, ¿no estaríamos perjudicando más aún la calidad del aire?.

8. ¿O lo que se pretende hoy con dicho impuesto es descongestionar calles?. ¿Desincentivando el uso del automóvil?. En Santiago ¡necesario!….pero ¿para el resto del país también es una prioridad?.

19 junio 2006

Tan sólo una pregunta:

De rebajarse los impuestos a las gasolinas, ¿de dónde obtendrá el Estado los ingresos que por ese concepto percibe?, ¿aumentará el impuesto a las empresas?, ¿creará uno nuevo? o tal vez, ¿recortará el gasto fiscal?.

11 junio 2006

Alemania 2006: Adiós a los fanatismos… Italia debe ser el campeón.

Aunque mi favorito para ganar este Mundial de Fútbol es Argentina, estoy en una contradicción entre lo que me dice la razón y lo que me dictan los sentimientos. Y les explico inmediatamente porque. Un estudio realizado por ABN Amro y publicado recientemente -Soccernomics 2006- revela que Italia sería el país indicado para ganar la Copa del Mundo, ya que su victoria llevaría a un positivo crecimiento de la economía mundial. Para pensarlo ¿no?.

Y es que el favorito de estos economistas no va por el lado del fanatismo, ni por la técnica futbolística, ni siquiera por nacionalismo (obvio, de ser así hubieran apuntado por Holanda para campeón), sino que se apoyan en las perspectivas económicas. El estudio revela que si Italia logra consagrarse como el mejor del mundo -por cuarta vez en la historia- los beneficios para la economía mundial serán importantes.

El factor buena -onda

La influencia que tiene el fútbol y en especial un Mundial de Fútbol sobre las personas no es menor. Una actuación favorable de la selección nacional en el campo de juego, eleva la confianza de los hinchas. Ciudadanos más felices, son consumidores inclinados a gastar más. Lo que se traduce en más idas al supermercado, más asaditos (o su equivalente en el país respectivo), mayores compras de recuerdos (poleras, banderas, chapitas…etc.) antes, durante y después de la victoria.

El estudio lo demuestra. El crecimiento económico de aquellos países que ganan la Copa del Mundo tiende a ser mucho mejor durante el año mundialista que el del país que pierde la final. "El vencedor disfruta de un crecimiento promedio adicional del 0,7%, mientras que los finalistas sufren una pérdida en el PIB (Producto Interno Bruto) del 0,3%, en comparación con el año anterior".

Ahora si a eso le sumamos que el ganador de la copa también habrá jugado un mayor número de partidos, y que el efecto psicológico de un entorno positivo se contagia, estamos listos. Comenzó a funcionar el efecto multiplicador de la economía y a elevarse los índices de confianza.

Los europeos la llevan

Para escoger a su ganador, el banco holandés consideró una serie de criterios. Entre ellos, que el país campeón debería ser europeo. Y ¿Por qué europeo? se preguntaran ustedes.

El punto que llevó a los economistas a una conclusión como ésta, es el desequilibrio que existe hoy en la economía mundial, especialmente golpeado por el déficit en cuenta corriente (importaciones mayores a las exportaciones) de los Estados Unidos. Un déficit peligroso ya que se ha prolongado en el tiempo, ha sido de importante magnitud y se trata de EE.UU.: la economía de mayor peso específico del mundo.

Mientras el crecimiento económico en Estados Unidos, Asia y América Latina ha sido alto en los últimos años, Europa se ha retrasado. Entonces, si ganara Estados Unidos el desequilibrio sería más grande aún, una victoria asiática podría llevar a un recalentamiento de la región y el éxito de un país latinoamericano no ayudaría a calmar los problemas económicos ni los desequilibrios globales.

Así las cosas, el que debe crecer económicamente es Europa. Una mayor demanada interna en dicho continente, atraería inversionistas y productos extranjeros, calmando el actual desequelibrio. Y un posible camino para acelerar dicho cambio, es que uno de los principales países de la región gane la Copa del Mundo.

¿Pero, por qué Italia?

Los italianos pueden crear más oportunidades si ganan el torneo que otro país europeo. La razón es que la economía italiana se encuentra obstaculizada por un inflexible mercado laboral -es decir le cuesta mucho generar nuevos empleos- además de presentar una competitividad muy deteriorada.

Una
victoria de Italia en el Mundial alimentaría una mayor confianza en los consumidores y productores, lo que llevaría a un mayor gasto e inversión. Ese positivo efecto Mundial también llegaría de la mano del reconocimiento de sus productos, elemento altamente favorable para una industria italiana que ve como su producción y manufactura se ha ido contrayendo desde el 2001. Abriría la puerta a establecer relaciones comerciales y conseguir inversionistas, impulsando al gobierno para la introducción de nuevas reformas económica, que actualmente se realizan muy lentamente.

En palabras simples: Debe ganar una economía lo suficientemente grande como para que se note el impacto en el resto del mundo y debe ganar una economía que realmente se beneficie del impacto, es decir, que económicamente no esté muy bien para que con el impacto positivo impulse el despegue.