26 mayo 2006

El mundo al revés


Destacable la disciplina de los estudiantes secundarios, sorprendente la poca claridad del Ministerio de Educación.

Ya son más de 100.000 los estudiantes en paro. Las demandas son por todos conocidas: pase escolar gratis, lo mismo para la Prueba de Selección Universitaria (PSU), revisar la Jornada Escolar Completa, derogar la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza y poner fin a la educación municipalizada.

¿Innecesarias?: probablemente algunas de ellas. ¿Exageradas?: también. Lo que ocurre es que cuando las exigencias son ignoradas y las respuestas no llegan, los límites ya no son los mismos.

Y es que sentarse alrededor de una mesa de dialogo es condición necesaria pero no sufriente.

Los jóvenes aunque no lo expliciten también demandan un establecimiento educacional presentable, una buena gestión administrativa, profesores y directores comprometidos, clases efectivas. En fin, una educación de mejor calidad que disminuya su incertidumbre económica y social.

Ellos tienen claro que con el actual escenario no mejoran sus oportunidades para acceder a la universidad, y también tienen claro la alta tasa de desempleo juvenil (en torno al 17%) que les espera afuera de las salas de clases.

19 mayo 2006

Una cifra muy tentadora

El precio del cobre sigue aumentando. Llegó a ubicarse cerca de los US$4 la libra, un nuevo record, tras repetidas alzas durante las últimas semanas. De esta forma, el superávit de la Balanza Comercial chilena entre enero y abril de este año supera hasta las mejores proyecciones. US$5.591 millones, recién comenzando el año, no son fáciles de imaginar.

Sin embargo, ¿qué significa dicho superávit y como influye una balanza comercial positiva en el desarrollo económico de una nación?

Vamos por parte.

Por balanza comercial se entiende la diferencia entre las exportaciones y las importaciones de mercancías que lleva a cabo un país con el resto del mundo. Esta diferencia, podría ser positiva lo cual se denomina superávit comercial o negativa lo cual se denomina déficit.

Se dice que existe un superávit cuando las exportaciones son mayores a las importaciones, es decir cuando la cantidad de bienes que un país envía al exterior es mayor a la cantidad de bienes que compra en el extranjero. Por el contrario, un déficit ocurre cuando la cantidad de bienes que un país compra al resto del mundo es mayor que la cantidad de bienes que vende.

Poder de la Balanza Comercial.

Para Chile -un país estrechamente vinculado a los mercados externos- la Balanza Comercial tiene especial relevancia. Una parte significativa de la producción nacional (principalmente materias primas) se va fuera de nuestro país, en tanto, muchos de los insumos y equipos usados en esa misma industria exportadora son importados. A lo que hay que sumar los numerosos productos que día a día consumimos con la etiqueta “made in fuera de Chile”.

A pesar de esta dualidad, Chile ha tenido habitualmente una balanza comercial positiva, es decir que el valor de las exportaciones supera al de las importaciones. Los años en que este saldo ha sido negativo se explican principalmente por la caída de los precios internacionales de nuestras principales exportaciones y por el bajo valor del dólar, que incentiva importaciones y desalienta exportaciones.

¿Qué hacer?

Sin duda que una balanza comercial positiva, es por todos deseada. La simple lectura nos dice que si tenemos superávit esto significa que están entrando más recursos al país a través de las ganancias de las exportaciones que los recursos que salen por el pago de las importaciones.

¿Significa esto que la economía en general tiene mayores recursos para realizar sus actividades y desarrollar nuevas oportunidades de crecimiento? La respuesta no es tan simple. El efecto que tenga el auge del sector exportador sobre la economía local va a depender de varios factores y más aún cuando es un sector en particular el que se ve beneficiado mientras otros no tanto, en nuestro caso los
exportadores no cobre.

Pero beneficios pueden existir, todo dependerá que como se hagan las cosas. No hay que olvidar que el éxito o fracaso de un país exportador de recursos naturales está directamente relacionado con el uso que haga de las rentas generadas. Reinversión, renovar tecnología, mayor productividad, aumentar economías de escala, ahorrar en el exterior, son algunos ejemplos de lo que podemos hacer con los recursos que hoy tenemos en abundancia.

Pero cuidado con las medidas populistas: ajustar salarios, acomodar pensiones, aumentar gasto público, ya que lo único que conseguiremos con ello es hipotecar nuestro crecimiento futuro. Recordemos que la economía es cíclica y que con seguridad enfrentaremos una caída en el precio del cobre ..... es de esperar que nos pille confesados.